¿Qué son la renta fija y la renta variable?

cuales son las diferencias entre renta fija y variable

En finanzas, cuando se habla de inversión, se utilizan muchos términos para poder llevar a cabo todas las operaciones que los inversores tengan en mente. Dos de los conceptos más conocidos y mencionados son los de  renta fija y renta variable, términos básicos, en todas las escalas de inversión que se quiera llevar a cabo. 

Desde Cetelem  vamos a contarte en qué consisten cada uno de ellos ¡Adelante!

¿Qué es la renta fija?

La renta fija son todas aquellas emisiones de deuda que realizan los países o empresas; bonos, letras y obligaciones

La función de este tipo de inversión es que el inversor adquiere la deuda “prestando” ese dinero a los emisores. A cambio, en un plazo de tiempo determinado y establecido en el momento de la contratación, el inversor recupera todo su dinero más un porcentaje que variará en función del tipo de interés pactado. Es decir, por ejemplo, un cliente adquiere una letra del tesoro con vencimiento a 3 años y por un tipo de interés del 1%. Pasado ese tiempo, recuperará su dinero más el 1% de lo invertido.

La renta fija es ideal para todas aquellas personas con un perfil inversor conservador. Puesto que en todo momento conoce el plazo de tiempo de la inversión y el interés que percibirá al vencimiento. Por lo que el riesgo es bajo, aunque, también, la rentabilidad será menor.

¿Qué es la renta variable?

La renta variable son acciones y otros productos de inversión pero, por el contrario que la renta fija, no tiene garantizado ni el capital invertido ni el tipo de interés a percibir llegado el momento del vencimiento. Todo ello dependerá de la evolución de las empresas en las que se haya invertido el dinero, su situación económica, las fluctuaciones del mercado… 

Pese a que la rentabilidad que se puede percibir al invertir en renta variables mayor que en la fija, también se corre el riesgo de perder el dinero invertido, por lo que este tipo de inversiones están destinadas a las personas con un perfil inversor de riesgo más elevado. 

¿Cuál es la mejor forma de invertir?

Esto dependerá del tipo de inversor que seamos. Si somos conservadores, evidentemente la renta fija será la mejor opción. Puesto que en todo momento conoceremos el funcionamiento y la posición de nuestro dinero, sabiendo exactamente cuándo lo recuperaremos íntegramente y con qué beneficios exactos. Y si, por el contrario, somos muy arriesgados, la renta variable puede resultar más atractiva. Ya que si todo sale según lo esperado, recuperaremos la inversión y los beneficios serán mucho más elevados.

Aun así, existe un punto medio que suele llevarse mucho a la práctica y es muy recomendable para los inversores de perfil moderado. Que consiste en la combinación de ambos sistema de inversión, repartiendo la cantidad de dinero en diferentes productos de renta fija y renta variable. De este modo, en el caso de que las inversiones realizadas en la renta variable resultaran negativas, quedarían compensadas o no se notaría tanto la pérdida gracias a la renta fija en la que también se ha invertido. Conservando, en el peor de los casos, el capital íntegro de la renta fija más los beneficios y, en el mejor, el capital total invertido en ambas más los porcentajes de intereses conseguidos.

Si tienes ahorros y quieres invertirlos para sacarles más rendimientos, lo primero que debes hacer es valorar el tipo de inversor que eres. Si prefieres correr menos riesgos, y conseguir menos rentabilidad, con la renta fija, o al revés, con la renta variable. Y, una vez decidido, encontrar los productos que te generen más confianza para tu inversión.