Los simuladores de hipotecas

Mujer busca simuladores de Hipotecas

Solicitar una hipoteca es uno de los pasos más importantes que hay que afrontar. Entra y descubre cómo los simuladores de hipotecas pueden ayudarte en tu decisión.

Comprar una vivienda es una de las decisiones más importantes que debe tomar una persona a lo largo de su vida. El desembolso económico que supone y la necesidad de tener que pedir una hipoteca para ir devolviendo a lo largo de casi toda la edad adulta hace que, antes de decidirnos por una u otra, debamos asesorarnos bien, comparar precios, intereses, gastos, comisiones y los diferentes plazos a los que vamos a tener que hacer frente.

Así que, si tu intención es la de comprarte una vivienda, necesitas leer este artículo ya que, a continuación, vamos a explicar qué son, en qué consisten y cómo funcionan estas herramientas: los simuladores de hipotecas.

¿Qué es un simulador de hipotecas?

Un simulador de préstamos hipotecarios es un instrumento financiero, accesible a todo el mundo, a través de internet. Es completamente gratuito y, con él se puede calcular de forma aproximada y antes de contratar cualquier hipoteca, cuáles son las cuotas que se deberán pagar, durante cuántos años, qué tipo de intereses y qué cantidades vamos a pagar. Incluso se puede hacer una simulación de hipoteca con cuadro de amortización, parcial o total, de las diferentes hipotecas disponibles en el mercado, que nos puedan interesar.

Casi todas las entidades financieras ya disponen, en sus páginas web, de estos simuladores para que todos los clientes que lo consideren necesario puedan utilizarlos.

¿Para qué sirve un simulador de préstamos hipotecarios?

Al utilizar estas herramientas, veremos cuáles son las condiciones económicas que nos ofrecen las diferentes hipotecas que queramos consultar. Un simulador de hipotecas nos permite hacer muchas previsiones de futuro comparando las diversas opciones disponibles en el mercado. Las principales variables que se pueden conocer son:

  • El importe total, aproximadamente, al que se puede acceder.
  • El plazo de tiempo máximo que duraría la hipoteca.
  • Las cuotas que se deberían abonar: cantidad y periodicidad.
  • Los tipos de interés asociados a la hipoteca que se está consultando.

 

Otros datos de interés

A través de los simuladores podemos comparar tantas hipotecas como queramos, pero, para poder hacer una aproximación más real a lo que realmente vamos a acabar contratando, es importante que tengamos claro, antes de hacer la simulación de la hipoteca, el importe y la cantidad de años máxima por la que queramos contratarla.

También es imprescindible recordar que, hoy en día, las entidades financieras no financian el 100% del total de la hipoteca, por lo que las simulaciones que llevemos a cabo deberemos hacerlas teniendo en cuenta, únicamente, el 80% del importe total que necesitemos. Este suele ser el porcentaje máximo que ofrecen los bancos. Por lo tanto, si nuestra vivienda nos va a costar 100.000 euros, sólo podremos hacer las simulaciones por un valor total de 80.000 euros.

Pero, además de todo lo comentado anteriormente, debemos tener en cuenta que toda hipoteca lleva consigo gastos asociados que no se tienen en cuenta en los simuladores pero que nos acompañarán a lo largo de toda la vida de nuestro préstamo hipotecario. Estos gastos son: los seguros de vida, el seguro del piso, las tarjetas de crédito y/o de débito, la domiciliación de los diferentes tipos de recibos…

Muchas veces, el tipo de interés de la hipoteca irá en función del cumplimiento, o no, de estos gastos asociados que han sido pactados en el momento de la formalización. Contra más requisitos se vayan cumpliendo, se irá rebajando el total del tipo de interés a pagar y, por lo tanto, más barata será la hipoteca.

Es imprescindible recordar que, los simuladores hipotecarios, son una herramienta fantástica para poder hacernos una idea aproximada de los aspectos básicos a los que vamos a tener que hacer frente si contratamos una hipoteca. Por ese motivo, debemos tenerlos en cuenta como una orientación para tomar nuestras decisiones, nunca como aseveración definitiva asociada a la contratación.