Avances en la desescalada del ocio y la cultura

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Aunque la cultura y el ocio online han sido una incuestionable vía de escape durante el confinamiento, los amantes de la cultura y la oferta de ocio en general ansían poder acudir a sus templos, disfrutar del placer de los espectáculos en directo y de las aficiones compartidas. Y parece que este momento está llegando poco a poco, pues en fase 2 y 3 empiezan a abrir sus puertas los cines, los teatros, los museos y otros espacios culturales que han permanecido cerrados durante casi tres meses. Eso sí, reanudarán las actividades con restricciones. Veamos cuáles.

La desescalada cultural y de ocio, como en otros sectores, será progresiva y asimétrica, pues no todos los territorios tienen la misma situación socio-sanitaria. Por ello, iremos enumerando los avances que significa el paso de una fase a otra.

Fase 1

Pocas son a estas alturas las zonas del territorio nacional que siguen en fase 1, tal vez ya ninguna, durante la cual apenas se pueden visitar museos y bibliotecas con aforos limitados. En estos espacios, además, no se podrán organizar actividades, así como las terrazas de los bares no podrán ocuparse por encima del 50% de su capacidad. Algo parecido a lo que se permite en lo referente a actos y espectáculos culturales, que deberán acoger a un máximo de 30 personas en lugares cerrados (siempre que eso no supere un tercio del aforo) y de 200 en espacios abiertos, siempre que los espectadores estén sentados y manteniendo las distancias de seguridad.

Respetando la normativa que impone los límites según las fases, los museos son los primeros en poner en marcha sus motores, ya que han podido iniciar su actividad mínimamente en fase 1. Así, irán ampliando su oferta y diluyendo los límites a medida que se suavicen las restricciones. De este modo, en Madrid ya han abierto algunos de los centros museísticos más emblemáticos: el Prado, el Reina Sofía y el Thyssen-Bornemisza.  Todavía con limitaciones en el número de visitantes y con una serie de medidas de higiene y seguridad necesarias. El Prado reabrirá una superficie expositiva equivalente a un cuarto del museo, en la que se incluye la sala de Las meninas. Algo parecido plantea el Reina Sofía, donde los visitantes podrán contemplar la colección permanente en un recorrido en el que se incluye ‘El Guernica’ de Pablo Picasso, en una actividad concentrada en el edificio Sabatini. El Thyssen ofrecerá la oportunidad de ver las dos exposiciones temporales que tuvieron que prorrogarse por el confinamiento: “Rembrandt y el retrato en Ámsterdam”, hasta el 30 de agosto, y “Joan Jonas: Moving Land II”, hasta el 13 de septiembre; además de su colección permanente.

Y lo mismo ha hecho en Mallorca la Fundació Miró de Palma, que abrió sus puertas el pasado martes 2 de junio, solo para visitas y sin actividades. Se han diseñado recorridos prefijados, de manera que no haya cruce de personas, y la visita será circular, en un solo sentido, en todos los espacios y salas expositivas.

Fase 2

En fase 2 se flexibilizan las restricciones. Podrán reiniciar sus actividades suspendidas los cines, teatros y espacios similares dedicados a la oferta cultural. Eso sí, con prudentes medidas de seguridad que incluirán las distancias entre espectadores, para lo cual no podrá superarse un tercio del aforo total, y siempre con reserva previa con asignación de butacas.

Una de las empresas que ha decidido ponerse en marcha aun con restricciones es Cinesa, que reabrirá sus primeros cines el día 8 de junio, y progresivamente lo irá haciendo en toda España. Una excepción, pues la mayoría de empresarios exhibidores han optado por esperar a la última semana de mes para abrir sus puertas.

Las primeras salas de Cinesa que volverán a proyectar películas son las que la empresa posee en Santiago de Compostela, Zaragoza y Valencia. Para ello, por supuesto, han introducido medidas sanitarias y de seguridad para asegurar una experiencia segura para todos los usuarios. Se han aplicado medidas para respetar la distancia social, se ha restringido el aforo de cada sesión y se garantizan butacas libres entre espectadores. Además, la compañía ha establecido protocolos para favorecer un circuito con el mínimo contacto y reforzado los sistemas de limpieza y desinfección.

Los que ya pueden funcionar a pleno rendimiento son los autocines. Por si mismos cumplen la normativa de seguridad, pues la distancia entre coches es la adecuada y en el interior la reunión es de máximo 4 personas. En España hay tres en la Comunidad Valenciana, uno en Madrid, uno en Getxo y otro en Gijón, y se han convertido en un acontecimiento popular que tal vez suponga el renacer de esta fórmula de ocio de sabor vintage.

En cambio, Madrid ha decidido retrasar la apertura de los teatros municipales hasta finales de junio para no precipitarse. Los teatros privados, no obstante, podrán decidir si reanudan o no la actividad en cuanto las circunstancias se lo permitan. Entre otras cosas, porque las restricciones de aforo pueden hacer inviable económicamente la actividad en los negocios culturales privados, por lo que muchos pueden optar por esperar a la fase tres, más flexible en las limitaciones.

Todos deberán cumplir los siguientes requisitos estipulados para esta fase de desescalada. Para empezar, el tercio mencionado de los aforos no podrá superar tampoco las 50 personas. Al aire libre el límite de aforo será de 400 espectadores. Eso sí, siempre sentados y a la distancia establecida de seguridad. En cuanto a la venta de entradas, es recomendable priorizar la vía online o telefónica para evitar posibles aglomeraciones en taquilla.

Si los cines, teatros, auditorios, circos de carpa o cualquier otro recinto disponen habitualmente de servicios complementarios como tienda o bar, éstos podrán abrir siempre que sigan las normas de seguridad establecidas para los comercios. Y en lo que respecta al personal, y su relación con los clientes, deberán mantener las distancias, así como evitar aglomeraciones tanto en la cola como en la entrada y salida de espectadores. Y usar mascarillas. Además, es recomendable establecer protocolos de entrada y salida para evitar al máximo el contacto entre usuarios.

Los que aún no podrán abrir en esta fase 2 son las discotecas ni bares nocturnos, por lo que el ocio se limitará todavía a los bares diurnos y restaurantes. Estos últimos ya podrán dejar entrar gente a su interior, aunque aún sin consumir en barra y con el aforo limitado a un tercio de su capacidad, que se sumará a la capacidad de las terrazas.

En este periodo de la desescalada, en las bibliotecas se podrán hacer consultas en sala siempre que no se supere un tercio del aforo autorizado, y usar los ordenadores destinados a los usuarios.

Fase 3

La fase 3 es la antesala de la anhelada nueva normalidad, y en ella el plan de transición prevé que los cines, teatros y auditorios puedan ya ocupar la mitad de sus localidades. Además en esta etapa se abrirán también las salas de artes escénicas y musicales al 30%.

Las que están haciendo lo imposible por volver cuanto antes son las orquestas sinfónicas españolas, que se están adaptando a marchas forzadas. Una vez verificado el nulo riesgo de que los instrumentos de viento puedan proyectar el virus, el reto es reinventarse mientras haya restricciones. Así, por ejemplo, la Orquesta Sinfónica de Baleares ha sido la primera de España en volver a los escenarios, y lo hace con un programa que incluye decenas de conciertos, pero repartiendo a sus componentes en pequeños grupos que interpretan conciertos de cámara. Así se disminuyen riesgos, pues es posible respetar distancias entre músicos e incluso separarlos con mamparas.

En esta tercera fase los espectáculos al aire libre podrán llevarse a cabo ante un máximo de 800 espectadores, el doble de los permitidos en la segunda. Como condición, los asistentes deben permanecer sentados y respetando la distancia social de dos metros. Las discotecas y bares nocturnos permanecerán cerrados todavía en esta fase.

Y en lo referente al ámbito de la restauración, en fase 3 se suavizarán algo más las restricciones de aforo y ocupación, si bien se mantienen estrictas condiciones de separación entre el público, que respetándolas ya podrá consumir en la barra. Y las terrazas al aire libre podrán utilizar el 75% de su capacidad.

El uso de la mascarilla seguirá siendo obligatorio en este nuevo estadio de la desescalada como se ha venido utilizando hasta ahora.

Así pues, durante las próximas semanas vamos a reencontrarnos con la cultura en sus templos, pero la realidad del sector va a ser muy distinta por las condiciones de aforo limitado y las medidas de seguridad e higiene excepcionales. Eso sí, una vez vuelvan a abrir el telón, todo será como antes, o como nunca.