¿En qué consiste pignorar un préstamo?

pignorar un prestamo

Las entidades bancarias cuentan con diferentes productos de financiación que ofrecen a sus clientes en función de lo que estos necesitan. Es el caso, por ejemplo, de los préstamos pignorados. Un recurso escuchado poco, pero utilizado con bastante frecuencia.

A continuación, te explicamos qué es y cuáles son sus características.

¡Adelante!

¿Qué es un préstamo pignorado?

Cuando un cliente acude a su entidad a solicitar un préstamo, es probable que una de las condiciones que le soliciten es que presente algún tipo de aval que garantice que, en el caso de no cumplir con el pago de la deuda, el aval se haga cargo de la misma. Este aval suele ser algún activo del patrimonio del cliente, como una vivienda, o una tercera persona.

En los préstamos pignorados la entidad permite poner en garantía un bien líquido de ahorro como garantía adicional, que sea fácilmente convertible por la entidad en el caso de ser necesario su cobro. Pueden ser acciones, fondos de inversión, depósitos…

¿Cuáles son sus principales características?

La garantía pignorada está enfocada hacia aquellos clientes con un perfil inversor elevado, que cuentan con productos de ahorro y que pueden ofrecer garantías más fáciles de liquidar para las entidades.

Por tanto, al ofrecer una pignoración, las características de los préstamos tienen unas condiciones especiales:

  • Los intereses aplicables a la operación son más bajos que los que se ofrecen en los préstamos habituales.

  • El límite económico máximo que se concede va en función de la cantidad pignorada.

  • El plazo de devolución se fija entre los 12 meses y los 8 años, por supuesto en función de la cantidad prestada.

  • El activo pignorado debe estar depositado en la entidad que ha financiado el préstamo y, por tanto, deben ser ellos mismos quienes lo gestionen.

  • La cantidad económica pignorada queda retenida, y por lo tanto inmovilizada hasta que se haya devuelto la cantidad total financiada.

Ventajas y desventajas de un préstamo pignorado

Como en todos los productos financieros, pignorar un préstamo tiene sus ventajas y sus desventajas.

Como favorable, cabe destacar la reducción de los gastos y comisiones, tanto en formalización como para los propios intereses. Además, el ahorro sigue generando rendimientos que bajo ningún concepto pueden ser retenidos o incluidos en la pignoración, por lo que se sigue contando con una inversión que produce beneficios.

Como desventaja es importante saber que no todas las entidades financieras ofrecen la posibilidad de llevar a cabo una pignoración. Otro punto importante es que el dinero pignorado queda retenido, por lo que no estará disponible en ningún caso hasta que se haya finiquitado la deuda.

Si estás pensando en solicitar un préstamo y cuentas con productos de ahorro o inversión que no tienes previsión de utilizar en un largo periodo de tiempo, es posible que te convenga solicitar a tu entidad la pignoración de un préstamo. Pero antes de llevarla a cabo, revisa detenidamente cuáles son las condiciones que se te ofrecen, los plazos de devolución y los beneficios e inconvenientes que pueden provocarte llevar a cabo la operación.

En Cetelem estamos para ayudarte, así que no dudes en ponerte en contacto con nosotros para que te ayudemos a resolver todas las dudas financieras que puedas tener.