¿Cuál es la diferencia entre una cuenta corriente y una cuenta de ahorro?

diferencias entre cuenta corriente y cuenta de ahorros

Cuando nos disponemos a abrir una cuenta bancaria hay ocasiones en las que todos los productos financieros que nos ofrecen las entidades son iguales. ¡Pero no lo son! Los tipos de cuentas bancarias que puedes abrir son muy variados y tu elección dependerá de las características que mejor se ajusten a tus intereses y necesidades. Por eso es importante aprender a distinguirlas. Conoce la diferencia entre una cuenta corriente y una cuenta de ahorro, que son las más comunes.

Qué es una cuenta corriente y sus características

Una cuenta corriente es aquella en la que puedes ingresar tu dinero y disponer de él en el momento que lo desees. También puedes realizar transferencias, realizar ingresos, domiciliar tu nómina, tener una tarjeta bancaria asociada para hacer compras, etc. Es decir, esos servicios financieros y movimientos económicos del día a día.

En ocasiones se cobran comisiones por mantenimiento de la cuenta, por hacer determinadas transferencias u otras operaciones concretas. Para evitar el pago de estas comisiones, lo habitual es que la entidad bancaria exija el cumplimiento de determinadas condiciones como contratar algún producto bancario, tener unos ingresos mínimos establecidos o estar obligados a realizar un mínimo de compras al mes.

¿Es posible el ahorro en una cuenta corriente?

El ahorro en una cuenta corriente depende del uso que cada cliente haga de su propio dinero, pero no genera ahorro por sí misma. La manera de ahorrar es tener más ingresos que gastos en la cuenta.

¿Una cuenta corriente da intereses?

Una cuenta corriente no da intereses al cliente. Se utiliza para el día a día, por lo que es de fácil acceso, pero no genera rentabilidad por el simple hecho de tenerla.

Qué es una cuenta de ahorro y sus características

Una cuenta de ahorro es aquella que permite a los ahorradores obtener una pequeña rentabilidad por su dinero.

En este caso, el cliente realiza un depósito por el que recibe unos intereses acordados previamente durante el tiempo que mantenga saldo en la cuenta.

Igual que una cuenta corriente, la cuenta de ahorro te permite disponer de tu dinero cuando lo desees sin ningún tipo de penalización, pero no permite domiciliar recibos o asociar tarjetas de crédito (aunque sí es posible de débito), ya que está concebida para ahorrar, no para gastar.

Las cuentas de ahorro permiten la cancelación anticipada y no suelen tener permanencia, aunque es posible que se cobren ciertas comisiones. Por eso es importante conocer las condiciones, las cláusulas sobre el pago de intereses o el saldo mínimo o máximo sobre el que se calculan esos intereses.

¿Qué es mejor: cuenta corriente y cuenta de ahorro?

Cada tipo de cuenta bancaria tiene sus propias características. Por eso, una cuenta corriente es mejor para las transacciones diarias pero una cuenta de ahorros es mejor si tu objetivo es ahorrar y acumular intereses.

La diferencia principal entre una cuenta corriente y una cuenta de ahorro es la rentabilidad, es decir, los intereses que obtienes por depositar tu dinero, pero tendrás que fijarte también en las condiciones de cada una para decantarte por uno u otro producto.

Las cuentas corrientes suelen exigir la domiciliación de una nómina o pensión, el pago de comisiones o la contratación de algún otro producto financiero. Las cuentas de ahorro, por su parte, no suelen cobrar comisiones ni exigen vinculaciones.

Mientras las cuentas corrientes ofrecen otros servicios (tener tarjeta bancaria asociada, etc.), las cuentas de ahorro no suelen ofrecerlos.

La buena noticia es que en muchos casos puedes contar con ambas para beneficiarte de las ventajas de los dos productos, así podrás ahorrar y, al mismo tiempo, disponer de tu dinero con flexibilidad.