Plusvalía municipal: qué es y cómo funciona

Plusvalía municipal

Ante la venta de un piso hay que tener en cuenta los costes que habrá que sufragar: la amortización de la hipoteca, su cancelación, los costes de notaría, impuesto sobre transmisiones patrimoniales… y, por supuesto, el impuesto de plusvalía municipal.

A continuación, te explicamos qué es este impuesto y cómo se calcula. Para que puedas saber con exactitud cuáles son los gastos a los que deberás hacer frente.

Adelante, sigue leyendo y ¡toma nota!

¿Qué es el impuesto de plusvalía?

El impuesto de plusvalía municipal es aquel que calcula el incremento del valor de todos aquellos terrenos de naturaleza urbana y se aplica cuando se vende un inmueble.

Este impuesto es calculado, y cobrado, por cada ayuntamiento y aunque la mayoría de localidades siguen unos mismos parámetros, cada uno fija sus propias cuotas, por lo que es imprescindible acudir al específico de la zona en la que se ha vendido el inmueble e informarse.

Es decir, una vez se haya llevado a cabo la venta del piso, el antiguo propietario deberá acudir a su ayuntamiento, solicitar la carta de pago del impuesto de plusvalía, y hacerlo efectivo antes de que se venza el plazo estipulado para evitar, así, pagar posibles sanciones

¿Cómo se calcula el importe de la plusvalía municipal?

Para calcular la plusvalía municipal del inmueble vendido es necesario tener en cuenta los siguientes puntos:

1.    Valor catastral del suelo

La plusvalía municipal se calcula en base al valor del suelo y no del valor del inmueble en sí. Y tiene en cuenta la diferencia económica existente entre el valor catastral del momento en el que se adquirió la vivienda con el del momento en el que se ha llevado a cabo la venta. 

2.    Plazo de tiempo entre la compra y la venta

Otro aspecto a tener en cuenta es el plazo de tiempo transcurrido entre la compra y la venta. Es decir, los años en los que hemos sido los propietarios del inmueble. Para ello se debe saber la fecha de adquisición (compra) y la fecha de transmisión (venta).

Sabiendo esto podremos determinar el coeficiente a aplicar. Como hemos dicho, cada Ayuntamiento tiene sus propias tablas que habrá que consultar, pero suele ir hasta los 5 años, hasta los 10, los 15 o los 20 años, y en cada uno de ellos un porcentaje estipulado. 

A partir de los 20 años el porcentaje ya no aumenta, por lo que se aplicará el tanto por ciento estipulado en ese momento. 

Una vez determinados los años y el porcentaje sabremos cuál es el % de incremento. Por ejemplo, si hemos sido propietarios 10 años y el tanto por ciento corresponde al 3%, deberemos aplicar un 30%. Este porcentaje se aplica al valor catastral del inmueble para obtener la base imponible. Y, a ella, se le aplica el tipo impositivo de la propia localidad para saber con exactitud cuál es la cuota final a pagar.  

¿Cuándo no hay que pagar la plusvalía municipal?

La plusvalía municipal puede estar exenta de pago si se trata de la venta de una finca rústica o de un inmueble que se ha vendido por un importe inferior al que se pagó en el momento de la compra