¿Qué es una subrogación hipotecaria?
Las hipotecas son los préstamos más largos que una persona suele adquirir en nuestro país. La compra de una vivienda es, con total seguridad, el gasto más grande e importante que vamos a llevar a cabo en nuestra vida y, por ello, es posible que en algún momento nos encontremos frente a la posibilidad de poder llevar a cabo una subrogación de la hipoteca.
No es una práctica extraña, al revés, puede ocurrir con frecuencia, por lo que es importante conocer qué es, en qué consiste y cuáles son las ventajas y desventajas de hacerlo.
Veamos, a continuación, de qué se trata. Desde Cetelem queremos ayudarte a entender todo aquello que pueda afectar a tu estabilidad financiera. ¡Adelante!
¿Qué es?
La subrogación hipotecaria es una operación financiera que permite llevar a cabo dos posibilidades:
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Por un lado, cambiar la hipoteca que ya tenemos prescrita con una entidad hacia otra. Ya sea para mejorar el tipo de interés que tenemos pactado o para modificar el plazo de tiempo acordado para su devolución.
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Y, por otro lado, también puede utilizarse para sustituir al titular de la hipoteca activa por otro nuevo.
Esta última posibilidad suele sucederse ante la compra de un inmueble, ya sea nueva, en cuyo caso el comprador se subrogaría a la hipoteca del promotor. O de segunda mano, momento en el que el comprador substituiría al propietario anterior.
¿Cómo se puede llevar a cabo?
Es importante saber que antes de llevar a cabo la subrogación de acreedor o deudor, el banco debe ser conocedor de las intenciones y, por supuesto, dar su visto bueno. Sin él, la operación no puede llevarse a cabo legalmente, por lo que se deberían buscar otras opciones que conllevarían, en ambas posibilidades, el cese de la hipoteca anterior y la apertura de una nueva.
¿Qué gastos están asociados a la subrogación hipotecaria?
Pese a que los gastos de la subrogación de la hipoteca son inferiores a los que hay que asumir al hacer una cancelación y una nueva apertura, es importante tener claro que sí existen y que hay que tenerlos presentes antes de llevar a cabo el procedimiento.
Entre ellos hay que destacar las comisiones por subrogación, los gastos de notaría, los gastos de tasación, registro de propiedad…Además del cumplimiento de las condiciones pactadas, es decir, en el caso de que sea necesaria la contratación de un seguro de vida o de hogar.
Ventajas de llevar a cabo una subrogación hipotecaria por cambio de deudor (titular)
Entre las principales ventajas de llevar a cabo una subrogación de deudor, caben mencionar las siguientes:
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Ahorro de los gastos de apertura de la nueva hipoteca.
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Condiciones, seguramente, mucho más ventajosas que las actuales.
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No se debe volver a pagar el impuesto de Actos Jurídicos Documentados.
Ventajas de llevar a cabo una subrogación hipotecaria por cambio de acreedor (entidad bancaria)
Cuando la subrogación se lleva a cabo por un cambio de entidad, las principales ventajas son:
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Mejoras del tipo de interés. E, incluso, cambio de los tipos contratados, ya sean variables o fijas.
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Ampliación de los plazos de amortización.
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Eliminación de cláusulas o vinculaciones.
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Evitar pagar la comisión por cancelación de la hipoteca.
Si estás pensando llevar a cabo la subrogación de la hipoteca, desde Cetelem te aconsejamos que tengas en cuenta todos los aspectos que giran en torno a la ya contratada y a la nueva. Para que puedas valorar si realmente es la operación que quieres llevar a cabo y si finalmente te supone, o no, un beneficio para tu economía familiar.